Nutrición de las plantas: 

Las plantas consiguen alimentarse gracias a la diferencia de concentración de nutrientes existentes entre sus raíces y el sustrato que les rodea. Cuando la concentración de alimentos y sales es superior en la planta que en el sustrato, el agua con los nutrientes entra en la planta por las raíces en un intento de igualar las concentraciones y alcanzar el equilibrio (para que lo entendamos el agua va: ''de donde hay menos nutrientes a donde hay más'') 

Cuando hablamos de nutrición de las plantas, tenemos que considerar la CIC o capacidad de intercambio catiónico. Todas las moléculas, en mayor o menos medida tienen minúsculas cargas eléctricas, positivas o/y negativas. Por ello el suelo actúa como pequeños imanes, formando entre ellas estructuras. Las estructuras pueden ser muy simples, como la atracción entre una partícula de arcilla cargada negativamente y una partícula de un fertilizante cargada positivamente, o pueden ser muy complejas, como ocurre en la materia orgánica, con infinidad de cargas eléctricas de ambos signos. 

La CIC es la capacidad del suelo para retener e intercambiar diferentes elementos minerales. esta capacidad aumenta notablemente con la presencia de materia orgánica, y podría decirse que es la base de lo que llamamos fertilidad del suelo. 

Nutrientes esenciales:

- Macronutrientes: Son aquellos nutrientes que las plantas necesitan para crecer y que se consumen en grandes cantidades. El Nitrógeno (N), el Fósforo (P) y el Potasio (K) desempeñan un papel crucial durante toda la fase vegetativa de las plantas. En el crecimiento la planta precisa de una cantidad mayor de Nitrógeno (N) que durante la floración. Sin embargo en la floración, se precisa cantidades mayores de Fósforo (P) y Potasio (K).

- Macroelementos: Se consumen en menor cantidad que los anteriores pero ellos son menos importantes. Dentro de este grupo tenemos el Azufre (S), el Calcio (Ca) y el Magnesio (Mg). 

- Microelementos: Existen una serie de elementos que se consumen en muy pequeñas cantidades pero que desempeñan un papel fundamental en muchos de los procesos metabólicos que se producen metabólicos que se producen en el interior de las plantas. Los más importantes para el cannabis son el Hierro (Fe), Manganeso (Mg), Boro (B), Zinc (Zn) y Molibdeno (Mo). 

Frecuencia del abonado: 

Para plantas cultivadas en maceta, se hace indispensable realizar abonados con cierta frecuencia, ya que al encontrarse en un contenedor limitado en cuanto a espacio, las raíces de las plantas agotan rápidamente los nutrientes que existen en el sustrato. Por ello es importante realizar un plan de abonado en función del periodo vegetativo en el que se encuentre la planta. 

Es muy importante respetar la dosis y la frecuencia de los abonos, ya que un exceso de abonado puede quemar las plantas y provocar un bloqueo en la absorción del mismo. 

Es conveniente alternar riegos con abonado y agua para favorecer la absorción de los mismos y evitar acumulación de sales en el sustrato.

 
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